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Hace tiempo que vengo dándole vueltas al asunto, se trata del fotógrafo anónimo, al editar este refrescante post me vuelve a la mente la idea de funcionar como un invitado más al evento, la cosa queda de tal manera que no hay fotógrafo «oficial», somos un amigo mas de la familia, del novio, de la novia, del padre de la novia… como en este caso de los padres de la niña que celebra la fiesta de su primera comunión… os invito a probar este look de discrección (absternerse fotógrafos con ayudantes que llevan luces de apoyo, flashes externos, maletón lleno de trastos, trípodes, mil objetivos, etc… porque os pillarán). Un abrazo

Tomás Badía

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