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Una boda para recordar, al editar estas imágenes vuelvo a tener aquellas sensaciones, la armonía familiar. Escuchar las palabras sinceras de unos padres a sus hijos… hay que ser de hielo para no sentir nada, mucha emoción es lo que hay aquí. Un placer capturar estos momentos, un fuerte abrazo a todos, Ana, Gonzalo, familias y amigos.

Tomás Badía, fotógrafo de bodas.

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